Irán, turismo en el Paraíso de Oriente - Panavisión Tours

Turismo en Irán

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Irán, turismo en el Paraíso de Oriente

En sus viajes a Irán podrá descubrir un país fascinante, repleto de rincones increíbles que destilan el exotismo oriental

En Irán el turismo se vive muy intensamente. Viajar a este país de Oriente Medio le permitirá descubrir los restos del antiquísimo Imperio Persa o disfrutar en sus concurridos bazares de un comercio que le recordará la época de oro de la Ruta de la Seda. Por sus monumentos, su historia, sus ciudades y el trato de sus gentes, Irán es un país que cautiva el corazón de los viajeros.

Un buen punto para comenzar sus viajes a Irán es Teherán, la capital y la ciudad más poblada del país. Esta urbe, acunada por los nevados montes Elburz, es una ciudad moderna donde podrá comprobar de primera mano la hospitalidad de los iraníes. Pero Teherán también tiene algunos monumentos que no puede perderse. El Palacio de Golestan, construido para el sah de Persia en el siglo XVI y ampliado por sus sucesores a lo largo de los siglos, es uno de los lugares más interesantes de la capital, declarado Patrimonio de la Humanidad. En sus salones de mármol, rodeado de delicados tapices y lámparas de araña podrá descubrir el lujo que rodeaba a los emperadores del país.

Otro de los monumentos que debe ver en Teherán es la Torre Azadí, uno de los símbolos de la ciudad. Esta atalaya, de la que puede servirse para contemplar impresionantes vistas de la urbe, se levantó en los años 70 para recordar los 2.500 años del nacimiento del Imperio Persa. También podrá visitar el Museo Arqueológico, que contiene una increíble exposición de piezas de varias civilizaciones de Oriente Medio, muchas de ellas traídas desde la legendaria Persépolis.

Isfahán es otra de las ciudades que deberá visitar al viajar a Irán. Turismo en esta urbe le permitirá descubrir una de las ciudades más bellas de Asia. En la Plaza del Imam descubrirá la mezquita de Lutfallah, la Mezquita del Imam o Mezquita de los viernes y el Palacio de Ali Qapu. La mezquita del Imam, construida con ladrillos pardos y adornada con delicados azulejos glaucos, blancos y dorados, es uno de los perfectos ejemplos del arte del Imperio Safávida, que gobernó el país entre los siglos XVI y XVIII.

Tampoco puede perderse el Gran Bazar de Isfahán, uno de los mercados más importantes de todo el país y digno heredero del comercio de la Ruta de la Seda. Pasee entre sus puestecitos y talleres para sumergirse en el día a día del bazar, sentir el olor del cuero recién fabricado, oír la algarabía de los mercaderes comprando y vendiendo y paladear el día a día de los iraníes. En cada galería y cada patio encontrará exóticos productos, la gran mayoría artesanales, que se convierten un precioso recuerdo de su viaje a este país.

El turismo en Irán le llevará inevitablemente a Shiraz, la Ciudad de los poetas, el vino y las flores. Durante los siglos XIII y XIV numerosos literatos de la ciudad, como los legendarios Saadi y Hafiz, prosperaron y llevaron sus versos, acompañados del renombre de su ciudad natal hasta lejanos países. Hoy en día, paseando por Shiraz le parecerá revivir los cuentos de Sherezade en Las mil y una noches en cada jardín y mezquita que se cruce ante sus ojos.

Para descubrir la historia del Imperio Persa podrá acercarse hasta Persépolis, la que antaño fue su capital y hoy uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de todo el mundo. Contemple el impresionante Palacio Real, la Puerta de las Naciones o la Gran Sala de Audiencias, construidas por reyes cuyos nombres aún perduran en la Historia, como Darío, Jerjes o Artajerjes. Muy cerca, en Naq-el-Rustam, encontrará las tumbas de estos reyes aqueménidas, impresionantes mausoleos excavados en la roca.

Otro de los lugares de Irán en los que el turismo es imprescindible es Yazd. Esta ciudad de adobe y cúpulas turquesa fue, en otros tiempos, un importante foco del zoroastrismo. Hoy en día aún perduran en las afueras de la ciudad las Torres del Silencio, unas atalayas que servían a los fieles de esta religión para llevar a cabo sus rituales fúnebres; y el Templo del Fuego, donde podrá adentrarse en las costumbres de esta milenaria religión.

Por último, en Kerman encontrará una encrucijada entre la Ruta de la Seda y la Ruta de las Especias, una ciudad plagada de mezquitas y bazares llamada por los iraníes “El Corazón del mundo”, con un sinfín de monumentos espectaculares que ofrecer.

Irán y turismo son una perfecta combinación para descubrir una de las joyas de Oriente, un país que aún rebosa un aroma a leyendas e historia.